El monstruo de colores relaciona cada emoción con un color. De esta manera es muy fácil para los pequeños poder identificarlas.
Además, según ordena y habla de cada uno de sus sentimientos, muestra una expresión distinta. Así, no solo aprenden cómo se sienten, sino que también pueden reconocer estas expresiones en los demás.
En clase nos encanta escuchar el cuento y poner nuestra foto en el monstruo con el que más nos identifiquemos contando por qué nos sentimos así.
¡CUÁNTAS EMOCIONES!